TALLER DE LA SEDA

Ésta fue la segunda actividad guiada después de la del Carmen. El grupo lo formaban David, Andrea, Delia, Jose, Sara y yo, Iris.

La actividad fue una visita a una casa taller donde nos explicaban las diferentes tareas que realizaban las personas que trabajaban allí.
Cada uno de nosotros se metió en un personaje. Así poco a poco nos adentramos en 1940 para explicarles a nuestros compañeros y dar a conocer los diferentes utensilios y técnicas que usaban para realizar mantos, cerámica, orfebrería…

José: Presentó la visita en inglés  y  fue acompañando a los compañeros por toda la casa taller.

Delia: Era una encargada del taller de seda y explica las características y funciones de los trabajadores de su sección.

Iris: Era una trabajadora que se encargaba del  telar, la técnica del tinte para el hilo de seda y el funcionamiento y la creación de los cartones binarios.

Andrea: Encarna el personaje que tenía como labor elaborar las lentejuelas a partir de placas de cobre, además explica detalladamente la técnica de trenzado y fabricación del hilo metálico.

David: Como ceramista explica al grupo la parte del taller que se dedica a la cerámica y la escultura. Detalla los tipos de masas, las máquinas y los procesos necesarios para la creación de piezas, piezas que aún a día de hoy se continúan fabricando en este taller.

Sara: Tiene como labor explicar al grupo el funcionamiento, los procesos, herramientas y maquinaria necesarias para la fundición y trabajo con metales. Expone además la importancia de su taller en una época en que el artesano debe fabricar sus propias herramientas.

Pepe: El dueño del taller. Uno de los miembros de la familia March que además expuso la última sección en la que a día de hoy él continúa trabajando, la sección de orfebrería y joyería. Además enseñó al grupo su vivienda particular, la que antes era de los trabajadores artesanos del taller, miembros de su familia.



REFLEXIÓN:

Tuvimos mucha suerte de poder elegir actividad ya que supimos explotar bastante bien el taller recreándonos en los mismísimos años 40 y siendo interpretes de las personas que trabajaban allí como era el caso de la familia March.
Esta actividad estuvo bien planteada pero nos limitó mucho la infraestructura del sitio ya que éramos un grupo de 20 personas y los pequeños detalles como por ejemplo la creación de lentejuelas de distintos tamaños no la podían apreciar todos al unísono.

Por otra parte la actividad a realizar fue la típica de pregunta respuesta. Podría haber estado más organizada pero al hacerla en medio de una calle peatonal, limitaba mucho, se hicieron preguntas sobre la visita en plan concurso pero en los 5 grupos que habían, no vimos por parte de ellos ningún consenso de grupo a la hora de responder a la pregunta, creo que muchas veces la impulsividad juega un papel a la hora de querer ganar un juego sabiendo que esa no era una de las finalidades de él.

  



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